En estos tiempos donde muchos políticos afirman que estamos en un verdadero cambio de época, donde las sociedades cada vez son más irreverentes y exigentes, la comunidad científica obligada a generar nuevos paradigmas, puesto que de lo contrario será desbordada y cada vez más caótica la dinámica social; sin dudas, se hace necesario tener un profundo conocimiento desde lo actual, echando mano en retrospectiva de los casos de éxitos y en perspectiva para de una manera creativa agregar valor y cada día ir a un nivel superior de gestión.
Según O’conor y Seymour, (2000), aun hoy con total vigencia, una empresa puede buscar ventaja competitiva en tres principales áreas: En primer lugar, puede utilizar la mejor y más moderna tecnología. No obstante, esta puede quedar anticuada a corto plazo. En segundo lugar puede utilizar sistemas de trabajo y distribución eficaces y eficientes, pero la competencia también puede hacerlo. En tercer lugar, está la calidad de su personal. Las personas inteligentes y preparadas saben que un recurso humano bien capacitado y desarrollado permanentemente, puede expresar todo su talento creativo y ser la diferencia determinante que hacen exitosos sus modelos de negocios. La capacidad de aprender más de prisa que la competencia y de manera continua, quizás sea la ventaja competitiva más sostenible que garantice mantener el liderazgo.
Una organización en aprendizaje permanente, es aquella que reconoce la importancia de las personas que la componen, fomenta su pleno desarrollo y crea un contexto en el que puedan aprender. Formar parte de un grupo de personas que confían unas de otras y comparten un objetivo común, y en el que cada una puede utilizar sus puntos fuertes y contar con que las demás respaldarán sus puntos débiles, constituye una grata experiencia. Es asombroso lo que puede lograr un grupo semejante.
La organización en aprendizaje permanente y su cultura creativa son posibles, pero difíciles de crear a voluntad. No se la puede imponer, sino que debe cultivarse orgánicamente en todos los niveles. Parece utópico pensar que existe este tipo de empresa, sin embargo existe un ejemplo a seguir en Brasil (Semco). Los trabajadores de esta empresa organizan su propia jornada de trabajo, a muchos se les alienta a trabajar en casa, y a estas alturas ya todos se fijan su propio salario, deciden qué porcentaje de las beneficios se repartirán y cuánto se reinvertirá. Igualmente, votan regularmente acerca del rendimiento de su jefe, los directivos que no rinden se esfuman o deben marchar. Esta es una empresa que se toma muy en serio el capacitar a su personal. Es tal el éxito de esta organización, que empresas del mundo van a visitarlas para enterarse que esta pasando allá, obviamente, su éxito habla por si solo.
Lo anterior sin dudas es un ejemplo a seguir de autogestión, pero no se llega allí por decreto, es el producto de la evolución, de un programa de capacitación y desarrollo sostenido que agrega valor en todas direcciones para la organización. En estos tiempos, donde el estado Venezolano es el principal empleador, dueño de las principales empresas del sector alimentos, comunicaciones, banca, construcción, etc. se hace necesario hacer llegar por cualquier vía, señales de alerta, para que no se descuiden estas tareas de capacitación y desarrollo de sus empleados. Así como actualmente se observa un fuerte y exitoso PROCESO DE FORMACIÓN IDEOLOGICA, una vez finalizadas las elecciones presidenciales 2012, debería dársele unas vacaciones largas, y utilizar esa misma experiencia y plataforma para comenzar a preparar al personal en capacitación y desarrollo, sería una excelente estrategia electoral proponerle esto a todos los trabajadores del sector publico, sería una propuesta revolucionaria y un regalo para la salud empresarial de Venezuela, existe mucho talento para lograrlo.
Aca un discurso del lider de Semco Brasil el Sr. Ricardo Semler
Saludos,
Carlos Rivas
Director Fundador
Skype: RIVAS2000
